Un tribunal de Pekín condenó hoy a 3 años de prisión a Qin Zhihui, el primer bloguero juzgado y sentenciado a cárcel por sus comentarios en Weibo -la versión local de Twitter- después de que el Gobierno dictaminara en septiembre que la "difusión de rumores" en internet podría conllevar penas de cárcel.
El tribunal popular del distrito pequinés de Chaoyang consideró culpable de "difamación" y "alteración del orden público" a Qin, conocido en la Red como "Qinhuohuo", según anuncia hoy el juzgado en su cuenta oficial en Weibo.
Las autoridades judiciales consideraron que Qin cometió un delito "muy grave", al publicar comentarios difamatorios sobre diversas celebridades y el Gobierno, en concreto, sobre el antiguo Ministerio de Ferrocarriles, que fue eliminado por el Ejecutivo chino en 2013 tras verse envuelto en una serie de escándalos de corrupción y sobornos.
Qing fue arrestado el 22 de agosto por "fabricar más de 3.000 rumores" en la red de redes. Uno de los más delicados fue el que publicó cuando un accidente de tren de alta velocidad en julio de 2011 causó 40 muertos y 200 heridos.
Entonces, el bloguero escribió en Weibo que el Gobierno chino daría grandes compensaciones a las supuestas víctimas extranjeras del suceso, y desveló algunos detalles del accidente que Pekín no había divulgado.
En concreto, según la versión de la fiscalía, Qin publicó que el régimen comunista había compensado con 200 millones de yuanes (32,5 millones de dólares, 23,1 millones de euros) a la familia de un extranjero que supuestamente murió en el accidente del tren bala.
El "rumor" sobre el accidente se reenvió hasta 12.000 veces en cuestión de dos horas.
"Las acciones de Qin impactaron a la sociedad y perjudicaron seriamente el orden social", dictaminó hoy el tribunal.
A pesar del "grave" delito, la corte hoy no sentenció a Qin a la "pena más alta" por la "buena actitud" que había mostrado durante el juicio, en el que el bloguero admitió su culpabilidad.
El tribunal de Chaoyang le sentenció a dos años por "difamación" -de un máximo de 3 años- y a otro año por "alteración del orden público".
El bloguero es la primera víctima de la nueva legislación aprobada en septiembre, que ha supuesto un nuevo golpe a la libertad de expresión en China, en este caso, en internet, el foro donde los ciudadanos chinos solían expresarse hasta ahora con menor temor a represalias.
La nueva campaña de control en internet estipuló que cualquiera que difunda un rumor que consiga 5.000 seguidores, o que sea reenviado por otros usuarios más de 500 veces a través de Weibo, podría ser imputado por cargos de difamación, que en China pueden suponer hasta tres años de cárcel.
Tras Qin, otros populares blogueros fueron arrestados en medio de la campaña del Gobierno para controlar internet, como Charles Xue, detenido el 23 de agosto, acusado de contratar los servicios de una prostituta, o el defensor del medio ambiente y conocido